5/4/09

Vacuidad del cuerpo (4)

En meditaciones como la de la vacuidad del cuerpo de antes, he de pasar la mayor parte del tiempo centrado en el objeto de meditación y no en las palabras escritas o conceptos, que son sólo como la escalera o el puente que lleva al objeto de meditación en sí. Si dedico, por ejemplo, veinte minutos a la meditación, he de estar cinco minutos contemplando las palabras y los otros quince centrado en el objeto de meditación, la imagen genérica de la ausencia que es la no existencia o vacuidad del cuerpo, la naturaleza real del cuerpo. Si no estoy seguro de percibir realmente la vacuidad del cuerpo, no importa, puedo simplemente imaginar que estoy percibiendo la mera ausencia que es la no existencia del cuerpo que normalmente veo, y centrarme en esto. Lo importante es intentar dar más espacio al objeto de meditación que al análisis. Geshe Kelsang dice que si me paso el tiempo analizando no podré tener una sensación, o sentimiento, de lo que es la vacuidad. En Mahamudra Tantra dice:
Una vez que hemos encontrado el objeto de meditación, la mera ausencia del yo [o del cuerpo] inherentemente existente, hemos de abstenernos de más análisis y simplemente dejar descansar la mente en la experiencia de esta vacuidad (...) Meditando así sentiremos que nuestra mente se disuelve en la vacuidad y se vuelve una con ella.

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