24/12/10

Unión de las dos verdades (18)

Sobre la base de la meditación cero (ver) de esta serie, analizo como sigue:

Todos estos seres vivos son mis madres.Todos son inmensamente bondadosos conmigo y muy valiosos para mí. Todos desean experimentar felicidad, esto es lo que más desean -- pero en ningún sitio en el samsara, ni en los reinos más elevados de los dioses, hay felicidad real. ¡Qué maravilloso sería si todos los seres vivos tuviesen felicidad pura!

Al mismo he de saber que --al igual que todos los demás fenómenos-- los incontables seres vivos, sus deseos de felicidad y la felicidad misma, son vacíos, como el espacio. Lo que quiere decir que los incontables seres vivos, sus deseos de felicidad y la felicidad misma, no son otros que vacuidad.

Medito en la unión de las dos verdades. He de entender la vacuidad de todos los fenómenos, la verdad última, sin negar su mera apariencia a una mente válida, la verdad convencional. Y he de entender la mera apariencia de los fenómenos --incluyendo los incontables seres, sus deseos de felicidad y la felicidad misma-- sin negar su vacuidad, su falta de existencia verdadera. Esta comprensión es la unión de las dos verdades.

¿Cuál es el objeto más importante a entender? Citando a Geshe Kelsang, Gen Kelsang Dekyong explicó que el objeto más importante a entender es mera apariencia. Cuando entendemos la mera apariencia de los fenómenos, nuestra comprensión de la vacuidad es cualificada.

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