27/7/11

Fuente de todo lo bueno - Una objeción

Objeción: Antes has dicho: Con algo de sabiduría no me ha de costar reconocer que yo, por mí mismo, no tengo ningún poder para alcanzar realizaciones espirituales auténticas; después de todo, si conseguir realizaciones espirituales estuviese en mi poder, ¿qué me habría impedido tener ya realizaciones desde hace muchísimo tiempo? Pues no, señor. Por ejemplo, que una persona nunca hasta ahora haya subido a una montaña en particular, no indica que esa persona no tenga el poder de subir a esa montaña, porque puede ser que ni siquiera lo haya intentado. Igualmente, que hasta ahora no haya yo conseguido realizaciones espirituales, no indica que no está en mi poder conseguir realizaciones por mí mismo, con mi propio esfuerzo en la práctica, porque puede ser que ni siquiera lo haya intentado. Por lo tanto, este argumento tuyo no es válido.

Es como decir (para ejercitarnos en conocedores inferenciales): Una persona no tiene el poder de subir a esta montaña porque nunca ha subido antes. La razón, no haber subido antes, no es una razón válida porque no esta cualificada ni con el segundo ni con el tercer modo de una razón concluyente. No está cualificada con el segundo modo porque no se sigue que toda persona que nunca ha subido antes, necesariamente no tiene el poder de subir; y no está cualificada con el tercer modo porque no se sigue que si una persona tiene el poder de subir, necesariamente ha de haber subido antes.

Respuesta: Aquí no es como en el caso de la montaña porque desde tiempo sin principio, de manera innata, instintiva, me he estado esforzando contínuamente en buscar protección permanente contra el sufrimiento, y la vida feliz. Ya que la puerta a estos logros son las realizaciones espirituales, no puedo decir que no haya estado buscando realizaciones espirituales desde siempre, día y noche, incluso en sueños. Si estuviera en mi solo poder el conseguirlas -- después de un lapso infinito de tiempo, ¿cómo no las tendría ya?

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