21/8/11

Sin fe, todo es ordinario (3)

Todos los terrores y sufrimientos de la existencia ordinaria surgen de nuestras propias mentes perturbadas, los engaños: con mentes perturbadas realizamos acciones perturbadas que son causas de experimentar sufrimiento y problemas, como enfermedades y demás. El Dharma indica y explica esto claramente. No obstante, en el colmo de la perversión (i. e. del error), el pensamiento laicista moderno muchas veces quiere atribuirle a Dios el sufrimiento del mundo: siendo el hombre progresista inocente y perfecto, o al menos muy perfeccionado, el mal a la fuerza ha de venir de Dios, si existe.

¡Pobre humanidad! No ha querido saber nada, o no se le ha enseñado, o se le ha ocultado -- todo sentido de libre voluntad y responsabilidad moral. Pero tal como la ignorancia de las leyes físicas, como la de la gravitación, no impide su cumplimiento, tampoco es posible eludir el cumplimiento de las leyes morales, como la de las acciones y efectos, a través de pretender ignorarlas. Es al contrario; la ignorancia de la verdad última funciona para atarnos a la rueda de sufrimiento de la existencia ordinaria en general, y la ignorancia del karma funciona en particular para empujarnos a los terribles sufrimientos de los reinos inferiores. Si vamos a mirar, 'laico' viene etimológicamente de 'lego' que quiere decir literalmente que 'carece de instrucción' -- y, por tanto, que tiene necesidad de 'leer' o escuchar enseñanzas, y recibir instrucciones de Superiores -- como todos los demás.

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