27/6/15

Meditación en la verdadera naturaleza de personas y cosas (2)

Se aplica este mismo método de contemplación a absolutamente cualquier otro objeto. Tomemos una taza como otro ejemplo. Las partes de esta taza que tengo en mi mano son su base, la pared lateral cilíndrica, y el asa.

Cuando veo esta taza, veo la taza dentro de sus partes. En realidad la taza no existe dentro de sus partes. --- Porque ni las partes individuales de esta taza ni la colección de las partes pueden ser la taza. Porque son partes de la taza, y no la taza misma. --- No obstante, no hay una taza [que sea] otra que sus partes. Si quito todas las partes de esta taza, no queda nada. --- Ya que no hay una taza que sea otra que sus partes, esto indica claramente que la taza que normalmente veo no existe.

Contemplando así, cuando percibo la mera ausencia de la taza que normalmente veo, entonces percibo la verdadera naturaleza de la taza, su naturaleza última, que es su vacuidad de existencia inherente. Debería ejercitarme en meditar en la naturaleza última de cualquier objeto físico - ya sean montañas, edificios, granos de arroz, o el mundo entero - de esta misma manera, y con una mente de concentración unipuntual.

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