12/2/09

Método técnico curativo (1)

Si empiezo a sentirme infeliz porque mis deseos con respecto a una persona (nombrarla) no se cumplen, he de recordar inmediatamente que la culpa no es de la persona, sino que esta infelicidad viene de mi mente de estimación propia, que cree equivocadamente que el cumplimiento de mis deseos es supremamente importante. Si pienso que los deseos de la otra persona son importantes, no me sentiré infeliz, aunque éstos no me incluyan a mí. Esto me dará libertad. Así, puedo pensar:

Ester es importante. Sus deseos son importantes. Por tanto, no es importante si me llama o no, o si piensa en mí o no, etc. Es igual. Lo que importa es que ella pueda cumplir sus deseos de felicidad y libertad.

Siempre que mis deseos con respecto a otras personas no se cumplen, puedo pensar así. Pensar así me da libertad. Para poder pensar así necesito adiestrar la mente contínuamente en igualar e intercambiar yo y los demás -- las meditaciones de Lamrim de que van de la once a la catorce.

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