Normalmente lo primero por la mañana -después de lavar la cara, etc.- es, o debería ser, hacer una pequeña práctica formal de oraciones y meditación. Esta práctica podría empezar por una serie reducida de postraciones completas. A veces, cuando uno está de pie a punto de hacer la primera postración, como todavía está medio dormido, se le puede ocurrir que no sabe qué está haciendo allí exactamente o qué es lo que está a punto de empezar a hacer. En esas ocasiones, para ayudarle a situarse, puede pensar:
(1) La única manera efectiva de protegerme del sufrimiento, a mí y a los demás, es conseguir la iluminación. (2) La carretera principal que lleva a la iluminación es la bodhichitta -- el deseo de conseguir el estado de la Unión de Buddha para el beneficio de todos. (3) Para cumplir este deseo necesito practicar principalmente tres abandonos: abandonar la ignorancia del aferramiento propio que cree, equivocadamente, que yo, mi cuerpo, y todas las cosas que normalmente veo, existen; abandonar la estimación propia que cree que el yo, que en realidad no existe, es supremamente importante; y abandonar la apariencia ordinaria y concepción ordinaria sutiles.
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