Ya que el deseo principal de todos estos seres es experimentar felicidad, a pesar de que en ningún sitio en el samsara hay felicidad pura, ¡qué maravilloso sería si todos los seres sintientes tuviesen felicidad!...
En la existencia ordinaria, el samsara, nadie tiene felicidad real. La felicidad de los seres del samsara es sólo placer mundano que dura muy poco y se convierte en sufrimiento. Son sólo sensaciones de placer que se experimentan momentáneamente como resultado de una disminución temporal del sufrimiento manifiesto que se experimentaba anteriormente. No son felicidad real. Por ejemplo, el placer que se experimenta cuando se tiene una relación sentimental es sólo el resultado de la disminución temporal del sufrimiento de soledad que se tenía antes. No es felicidad real y pronto vuelve a convertirse en sufrimiento. Esto se explica en el Manual de Meditación, donde Geshe Kelsang dice expresamente:
Tarde o temprano surgen problemas en nuestra relación, o se acaba sola. Nuestros placeres nunca duran.
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