Si alguna vez he experimentado un súbito cambio a peor en las apariencias de mi mundo externo y el entorno habitual parece convertirse de repente en algo amenazador, parecido al entorno de un infierno, como practicante de Dharma puedo afrontar esto y utilizarlo a mi favor de muchas maneras. Ejemplos cotidianos y relativamente leves de la clase de situaciones que pueden dar lugar a sensaciones de este tipo son: perder el empleo, un empeoramiento grave de las condiciones en el trabajo, ... y mil cosas más.
Para empezar puedo tomar este cambio a peor como una indicación clara, una confirmación de la verdad de que en la vida ordinaria, el samsara, no hay certeza; y que de la noche a la mañana se puede pasar de lo mejor a lo peor sin saber siquiera cómo, sin que nadie me pida permiso, sin tener yo ningún control. Puedo tomarlo como una indicación de que tengo karma negativo acumulado que me habilita y me hace candidato a caer en lo inferior en cualquier momento. Y, por tanto, como una indicación de que si un karma negativo como éste madura en el momento de morir, me empujará a renacer en los reinos inferiores de existencia -- como un animal, un espíritu ávido, o en un infierno.
Estos cambios de fortuna sobre los que yo no tengo ningún poder, cuando los experimento de repente directamente en mi vida cotidiana, me llevan a darme cuenta de que mi situación actual es tal que necesito Refugio de mala manera. Si no tengo los ojos de la sabiduría completamente cerrados, es imposible no ver esto.
25/9/09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario