Sobre la práctica diaria

Si en su momento tomamos el compromiso de la práctica diaria de la Gema del Corazón, y ahora nos decimos que si no estamos cumpliendo el compromiso es por falta material de tiempo, nos estamos engañando a nosotros mismos. Veámoslo.

Supongamos que alguien, un notario y un alto ejecutivo del Banco de España, vienen a nuestra casa y nos piden firmar un contrato, por el que: (1) aparte de nuestras otras obligaciones diarias, si nos dedicamos a contar granos de arroz cada día durante un mínimo de cuarenta minutos, (2) recibiremos por cada grano contado un billete de cinco euros, o un cheque equivalente al total. En este supuesto, ¿dudaríamos en firmar un contrato así? A mí me parece que no, y me parece también que serían pocos los días del año en que fallaríamos en la cuenta de nuestra cuenta de granos de arroz, y hasta quizás lamentaríamos que nuestra mujer o marido, e hijos, ¡no pudieran hacer lo mismo!

Si no cumplimos nuestro compromiso de recitación y meditación diarias de la Gema del Corazón, ya sea del Sutra o del Tantra, no debe ser, por tanto, por falta de tiempo, sino por alguna otra razón. Deberíamos reconocer al menos esto. Quizá sea que no estemos todavía decididos, o tengamos confusión, acerca de lo que es más benéfico para nosotros y lo que lo es menos.