En la segunda meditación de lamrim se dice que a diferencia de otros incontables seres, humanos y no humanos, ahora poseo una preciosa vida humana. ¿Cómo se entiende? He de entender que una vida humana no es una preciosa vida humana. Una preciosa vida humana es una vida humana en la que he encontrado enseñanzas espirituales puras, tengo fe, y tengo las demás condiciones necesarias para practicar las enseñanzas. Que en este mundo hayan enseñanzas espirituales puras disponibles es como un milagro; encontrarlas, como un milagro; tener las condiciones físicas, mentales y ambientales necesarias para practicar, es como un milagro; y tener fe, como un milagro. Por ejemplo, hay muchísimos seres humanos que sostienen visiones erróneas que niegan la existencia de Seres Superiores, la existencia de vidas pasadas y futuras, la ley del karma, etc. Con una mente así, aunque sea un humano, no tengo una preciosa vida humana, porque esta mente misma es un obstáculo principal que me impide seguir el camino espiritual. Por lo tanto, si tengo una preciosa vida humana, la debería reconocer y sentirme afortunado. Si no, soy como una persona ciega que por milagro ha encontrado una piedra preciosa de gran valor pero que al no reconocerla, la desperdicia. De esta manera puedo pensar, siguiendo a Shantideva:
Si habiendo obtenido como por milagro una vida humana cualificada como ésta, no la utilizo para practicar el Dharma, sino que la desperdicio en desarrollos externos y en actividades sin sentido, no puede haber mayor tontería ni puede haber locura mayor.
3/1/09
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