Tener miedo de morir sin haber conseguido realizaciones de Dharma y caer en lo inferior es una actitud mental correcta. Es sabiduría. Este temor me da la oportunidad de revisar mi Refugio y, en particular, de revisar mi fe y mejorarla. He de ver hasta qué punto creo que Buddha existe efectivamente, que posee sabiduría omnisciente, que tiene poder infinito e ilimitado para protegerme, que su máximo interés está en mi bienestar, y que está conmigo siempre. Cuanta más convicción tengo en estas cosas, más entro en la seguridad de la protección de la Sombrilla Preciosa del Budismo, y menos miedo tengo de la muerte y las vidas futuras. La puerta de entrada al Buddhadharma es la práctica de Refugio. Es a través de la práctica de Refugio que entro en el Budismo y me convierto en un practicante Budista puro. Un aspecto esencial de la práctica de Refugio es mejorar contínuamente mi fe. Puedo pensar:
He de creer que Buddha existe efectivamente, que posee sabiduría omnisciente, que tiene poder infinito e ilimitado para protegerme, que su máximo interés está en mi bienestar, y que está conmigo siempre. Con esta convicción entro en la seguridad de la protección de la Sombrilla Preciosa del Budismo, me convierto en un Budista puro, y ya no tengo miedo a la muerte ni a las vidas futuras.
18/1/09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario