Desde tiempo sin principio hasta ahora he tenido incontables renacimientos sin control, debido al aferramiento propio. Este ciclo ininterrumpido de renacimientos sin control es el samsara. He de saber que mientras esté en el samsara sólo experimentaré sufrimiento. En ningún punto en el samsara --ni en los reinos más elevados de los dioses-- hay libertad de sufrimiento, ni hay felicidad real. Si quiero verdadera felicidad y libertad he de abandonar el samsara, buscando la paz interior permanente suprema de la liberación, nirvana.
Aunque el samsara es sólo una mera apariencia a la mente, mientras yo crea que existe inherentemente, experimentaré sufrimiento. Es decir: aunque el samsara no es más que una mera apariencia a una mente impura, mientras tenga la mente impura del aferramiento propio que se aferra al samsara como siendo verdaderamente existente, sólo experimentaré sufrimiento. Esto he de saber.
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