La manera de resolver mi verdadero problema es ejercitarme en generar y mantener una mente feliz, no importa cuál sea la circunstancia. Para ello: me olvido de cualquier problema que haya podido tener antes o que piense que puedo tener después, y me concentro en generar y mantener una mente feliz -- bien a través de recordar el Dharma o bien, principalmente, a través de la simple determinación de hacerlo así.
Pero una palabra clave aquí, que en la objeción se ha omitido, es 'ejercitarse'. Ésta sería nuestra ascesis, en sentido recto (del gr. "askein" es "ejercitarse, adiestrarse"). Porque si todo lo que se aprende, incluso lo más sencillo como montar en bicicleta, requiere de una cierta ascesis o práctica, no he de dudar de que cambiar la mente depende también de practicar. Además, si el conseguir --p. ej. conseguir tocar el piano perfectamente-- no está en mi mano, el ejercitarme, sí. ¿No es maravilloso?
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