21/7/14
También nosotros los mayores
Aunque nadie lo diría, necesitamos mejorar. En las escrituras Budistas se nos compara a niños pequeños, que primero están eufóricos porque han levantado un castillo de arena, y después lloran cuando se lo llevan las olas del mar. También nosotros, los mayores, somos felices cuando las cosas nos salen bien, pero nos sentimos desgraciados y nos deprimimos en cuanto se presentan dificultades. Es porque no hemos realizado que los placeres y buenas condiciones del samsara - del cual el mundo humano forma parte - son necesariamente impermanentes, y más pronto o más tarde se convierten en sufrimiento. Puesto que esto es así, seríamos tontos de esperar otra cosa. Con respecto a las condiciones externas buenas y malas, por tanto, deberíamos generar igualdad de ánimo, ecuanimidad, pensando que si las cosas nos van bien, bien, y si no, también. Podemos leer esto en el libro del Gran Tesoro de Mérito.
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