Los Ángeles y Santos de la Tradición Occidental, así como las Deidades y Seres Sagrados de la Tradición Oriental, están protegiendo y ayudando constantemente a todos los seres de este mundo, sin excepción -creyentes y no creyentes, cristianos y no cristianos, budistas y no budistas-, cada día. Lo hacen indirectamente a través de dar bendiciones e inspiración, y directamente a través de enseñar el camino espiritual.
En los Evangelios se lee: '¿Por qué me llamáis Señor, Señor - y no hacéis lo que os digo?' (quid autem vocatis me domine, domine: et non facitis quae dico? Lc 6:46). Que es como decir, ¿por qué venís todos alarmados pidiendo socorro, pero no seguís las instrucciones que os doy [que llevan] a la salvación? En las enseñanzas de las Etapas del Camino Budista a la Iluminación, Lamrim, se lee que los Buddhas no pueden quitarnos el sufrimiento como si nos sacaran una espina, ni limpiar nuestras malas acciones como con agua, ni darnos realizaciones espirituales como un regalo, sino que nos llevan a la liberación por medio de revelar la verdad última.
En vez de quejarnos de que no recibimos protección de lo Alto, o en vez de decir que Dios no debe existir puesto que no nos ayuda en nuestras catástrofes, colectivas o personales, deberíamos ser honestos y reconocer que nos gusta más permanecer en nuestras vías, y que preferimos seguir nuestros propios procedimientos.
12/5/15
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