28/7/15

De dónde viene tu bien

Todo lo bueno que tienes, ya sea de cosa material, buena compañía, o buen carácter, ¿de dónde sale? Sale de tus propias acciones virtuosas - buenas acciones - previas, y principalmente de tus acciones virtuosas de vidas anteriores. Pero las acciones virtuosas, ¿de dónde salen? Salen todas sin excepción de las bendiciones e inspiración de los Buddhas y Seres Sagrados, como Jesucristo y otros. ¿No lo crees? Entonces estudia, analiza bien, y explícame, si tienes alguna cosa que califiques como buena en tu vida, todo lo bueno que tienes - de dónde sale, según tú. Porque el hombre hoy es, y mañana no aparece.

19/7/15

No coincide

Del árbol del fruto del sufrimiento y los problemas, las ramas son las acciones negativas. El tronco del árbol son las perturbaciones mentales, como el apego y el odio. Y la raíz es la ignorancia, especialmente la ignorancia del aferramiento propio. Debería meditar así:

Mi problema es que no entendiendo la verdadera naturaleza de las cosas, soy engañado por las apariencias, y me aferro a todo - incluyendo personas, acontecimientos y mundos - como siendo verdaderamente existente. Como resultado desarrollo estimación propia, apego, temor, aversión y demás perturbaciones; la mente se vuelve inquieta y la paz mental es destruída. Buddha comparó todos los fenómenos a una ilusión porque la manera en que aparecen, o parecen existir, y la manera en que existen - no coincide.

(Cf. Transform Your Life)

15/7/15

Practicar igualar yo y los demás en cuatro etapas (y 5)

Transcripción de enseñanzas orales sobre igualar yo y los demás en cuatro etapas. Cuarta etapa.

En la cuarta etapa de igualar yo y los demás nos enfocamos en nosotros mismos y en todos los demás seres vivos, incluyendo a los seres infernales, espíritus hambrientos, semidioses y dioses - sin excepción. Y pensamos: 'Tal como yo quiero felicidad, pero no sufrimiento, lo mismo quieren todos los demás seres vivos de los seis reinos. A este respecto todos somos exactamente iguales. Por tanto, he de creer que yo y todos los demás seres de los seis reinos somos igualmente importantes. Que mi felicidad y su felicidad son igualmente importantes. Que mi libertad y su libertad son igualmente importantes. Pensando así, generamos un actitud de interés y afecto por todos los demás seres vivos, incluyendo seres infernales, espíritus hambrientos, semidioses y dioses - sin excepción. Y meditamos en ese buen corazón con concentración unipuntual tanto tiempo como podamos. Deberíamos practicar esta meditación cada día, en muchas sesiones, contínuamente, hasta que de manera espontánea estimemos a todos los demás seres de los seis reinos, sin excepción.

13/7/15

Practicar igualar yo y los demás en cuatro etapas (4)

Transcripción de enseñanzas orales sobre igualar yo y los demás en cuatro etapas. Tercera etapa.

En la tercera etapa de adiestrarnos en igualar yo y los demás nos enfocamos en nosotros mismos y en todos los animales. Y pensamos: 'Tal como yo deseo felicidad, pero no sufrimiento, lo mismo desean todos los animales. A este respecto todos somos exactamente igual. Por tanto, he de creer que yo y todos los animales somos igualmente importantes. Que mi felicidad y su felicidad son igualmente importantes. Que mi libertad y su libertad son igualmente importantes'. Pensando así, generamos un actitud de interés y afecto por todos los animales, incluyendo insectos. y meditamos en ese buen corazón con concentración unipuntual tanto tiempo como podamos. Deberíamos practicar esta meditación cada día, en muchas sesiones, contínuamente, hasta que de manera espontánea estimemos a todos los animales, incluyendo insectos, sin excepción.

11/7/15

Practicar igualar yo y los demás en cuatro etapas (3)

Transcripción de enseñanzas orales sobre igualar yo y los demás en cuatro etapas. Segunda etapa.

Una mente preciosa como esta, de bondad amorosa y buen corazón, no la podemos comprar. No la podemos pedir prestada. Sólamente la podemos conseguir a través de practicar esfuerzo nosotros mismos, adiestrándonos en igualar yo y los demás.

En la segunda etapa de adiestrarnos en igualar yo y los demás nos enfocamos en nosotros mismos y en todos los demás seres humanos sin excepción. Y pensamos: 'Tal como yo quiero felicidad, pero no sufrimiento, lo mismo quieren todos los demás seres humanos. A este respecto todos somos exactamente igual. Por tanto, he de creer que yo y todos los demás seres humanos somos igualmente importantes. Que mi felicidad y su felicidad es igualmente importante. Que mi libertad y su libertad es igualmente importante'. Pensando así generamos una actitud de interés y afecto por todos los seres humanos, incluyendo a la familia, y meditamos en este buen corazón con concentración unipuntual por tanto tiempo como podamos. Deberíamos practicar esta meditación cada día, en muchas sesiones, contínuamente, hasta que de manera espontánea estimemos a todos los seres humanos sin excepción.

9/7/15

Practicar igualar yo y los demás en cuatro etapas (2)

Cómo adiestrarnos en igualar yo y los demás en cuatro etapas. Transcripción de enseñanzas orales:

En la primera etapa de igualar yo y los demás nos enfocamos en nosotros mismos y en la asamblea de los seres humanos que están asociados con nosotros. Después pensamos: 'Tal como yo quiero felicidad, pero no sufrimiento, lo mismo quieren todas estas personas que están asociadas conmigo. A este respecto todos somos exactamente igual, exactamente lo mismo. Por tanto, he de creer que yo y todas esas personas somos igualmente importantes. He de creer que mi felicidad y la felicidad de todas esas personas es igualmente importante. Que mi libertad y la libertad de todas esas personas es igualmente importante. He de creer esto'. Pensando así generamos una actitud de interés y afecto por todas las personas que están asociadas con nosotros - incluyendo a nuestra pareja, familia y entorno. Meditamos en este buen corazón con concentración unipuntual tanto tiempo como sea posible.

5/7/15

Practicar igualar yo y los demás en cuatro etapas (1)

Transcripción de enseñanzas orales sobre Compasión Universal dadas por el Venerable Geshe Kelsang Gyatso Rinpoche, en verano del 2008. Cómo adiestrarnos en igualar yo y los demás en cuatro etapas:

Aunque no deseamos sufrir, la causa de todo nuestro sufrimiento la creamos nosotros mismos, debido a la falta de estimación por los demás. Entendiendo y contemplando así, deberíamos tomar la firme determinación: 'He de estimarme a mí y a todos los demás seres vivos igualmente' - y meditar en esa determinación contínuamente. De esta manera, nos damos ánimos para adiestrarnos en la práctica de igualar yo y los demás.


3/7/15

Meditación en la verdadera naturaleza de personas y cosas (y 6)

Finalmente, Geshe Kelsang explicó:

Ahora, con la misma razón [lógica] mencionada para el coche, para el cuerpo y el yo, podemos entender que todos los demás fenómenos que normalmente vemos, o percibimos, no existen, y percibir [en su lugar] la mera ausencia de todos las cosas que normalmente vemos. --- Esta mera ausencia de todos los fenómenos que normalmente vemos o percibimos es la vacuidad de todos los fenómenos, y la naturaleza real de todos los fenómenos.

Deberíamos aplicar esfuerzo en percibir claramente la mera ausencia de todos los fenómenos que normalmente vemos o percibimos, y después meditar en la mera ausencia de todos los fenómenos con concentración unipuntual, tanto tiempo como podamos. (...) Primero necesitamos entender, después contemplar, contínuamente, a fin de hacer la compresión clara, y después, habiendo encontrado el objeto de meditación - la vacuidad de todos los fenómenos -, meditar.

2/7/15

Meditación en la verdadera naturaleza de personas y cosas (5)

Después, Geshe Kelsang dio el método - basado en el mismo modelo - para meditar en la naturaleza última de la persona, o yo. Debido a que todo en nuestra existencia individual gira absolutamente alrededor de 'yo, yo', 'mi, mi' y 'mío, mío', vale la pena detenerse a examinar cuál es el modo de existencia real de esa persona o yo, alrededor de la cual todo parece girar. Porque - deberíamos preguntarnos -, si esa persona existe, ¿dónde está?. Geshe Kelsang dijo:

De igual manera, cuando nos vemos a nosotros, vemos el yo dentro de nuestro cuerpo o mente. En realidad, el yo no existe dentro de nuestro cuerpo ni mente. --- Ni el cuerpo y mente individuales, ni la colección del cuerpo y la mente pueden ser yo. Porque el cuerpo y la mente son nuestras posesiones, y el yo es el poseedor. Y el poseedor y las posesiones no pueden ser uno [la misma entidad]. --- No obstante, no hay un yo [que sea] otro que nuestro cuerpo y mente. Si el cuerpo desaparece y la mente desaparece, no queda nada llamado 'yo'. --- [Esto indica claramente que el yo que normalmente vemos no existe en absoluto.]

A través de entender y contemplar esto, cuando percibimos la mera ausencia de nuestro yo que normalmente vemos, entonces percibimos la vacuidad del yo, la verdadera naturaleza del yo. Meditamos en esta vacuidad con concentración unipuntual tanto tiempo como sea posible.

1/7/15

Meditación en la verdadera naturaleza de personas y cosas (4)

A continuación, Geshe Kelsang explicó el mismo método de meditación en la vacuidad, esta vez aplicado a nuestro propio cuerpo. Las partes de nuestro cuerpo son, como sabemos, los brazos y las manos, las piernas y los pies, el tronco y la cabeza. O bien, las partes de nuestro cuerpo son: la piel, la carne, los huesos, la sangre y los órganos internos. Geshe Kelsang dijo:

De igual manera, siempre que pensamos en nuestro cuerpo o vemos nuestro cuerpo, vemos nuestro cuerpo dentro de sus partes. En realidad nuestro cuerpo no existe dentro de sus partes. --- Porque ni las partes individuales del cuerpo ni la colección de las partes del cuerpo pueden ser el cuerpo. Porque son partes del cuerpo, y no el cuerpo mismo. --- No obstante, no hay ningún cuerpo [que sea] otro que sus partes. Si quitamos todas las partes del cuerpo, no queda nada que pueda ser llamado 'cuerpo'. --- No obstante, no hay ningún cuerpo que sea otro que sus partes. Esto muestra claramente que nuestro cuerpo que normalmente vemos no existe en absoluto.

A traves de entender y contemplar esto, cuando percibimos la mera ausencia de nuestro cuerpo que normalmente vemos, entonces percibimos la vacuidad de nuestro cuerpo, la verdadera naturaleza de nuestro cuerpo. Meditamos en esa vacuidad con concentración unipuntual tanto tiempo como sea posible.