En practicar paciencia hay dos direcciones. Una dirección es practicar paciencia en la adversidad, cuando lo que yo no quiero, sucede, y tengo la sensación de haber caído en lo inferior; y la otra es practicar paciencia cuando lo que yo quiero, simplemente no sucede, y tengo la sensación de que mis deseos más queridos no se cumplen ni se cumplirán.
Ya que no es razonable pensar que he de poder cumplir todos mis deseos y evitar todo lo que no deseo, en vez de enfadarme y empeorar mi situación, necesito una nueva manera de relacionarme con los deseos frustrados y las ocurrencias no deseadas. Necesito aprender la aceptación paciente.
Cuando me ejercito en pensamientos de paciencia, he de saber exactamente qué clase de mente busco conseguir. En Transforma tu Vida dice que la paciencia es una mente que es capaz de aceptar, plenamente y felizmente, todo lo que ocurre. Que no se trata de aguantarse, sino de dar la bienvenida de corazón a todo lo que surge, habiendo abandonado la idea de que las cosas deberían ser diferentes de lo que son. Por tanto:
Necesito aceptar, plenamente y felizmente, todo lo que sucede. No es sólo aguantarme, sino abandonar la idea de que las cosas deberían ser diferentes de lo que son, y acoger de corazón todo lo que surge.
18/10/09
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