Antes he contemplado así: Este mundo es impermanente como las nubes de otoño. Yo, igual que todos los demás seres vivos, cambio de forma contínuamente y entro en nuevos mundos. A veces soy un ser humano, a veces un animal, y a veces entro en el infierno. La duración de la vida es como la de un relámpago en la noche, y se extingue rápidamente como el agua que cae desde un alta montaña.
Viendo que el Dharma de la salvación es muy extenso y mi vida muy breve, con muchas distracciones y muy poco mérito, ¿cuándo pienso que podré entrar el camino a la liberación?... Pero ya que sin este camino sólo queda un contínuo de renacimientos incontrolados, ¿no debería mirar en todas direcciones buscando ansiosamente qué puede ofrecer Refugio? Y, ya que se me ha enseñado Refugio, ¿no debería ir en busca de Refugio -- ahora?
En ir por Refugio hay tres niveles. Pensando así se generan las actitudes mentales que corresponden a los niveles primero y segundo de ir por Refugio. Y se genera una sabiduría especial.
18/2/12
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