Necesitamos tener preparada una pequeña oración y práctica para un momento de aflicción, cuando viene de manera inesperada. Como, por ejemplo, ésta. Rezamos: Buddhas, Bodhisattvas y todos los Seres Sagrados, / Por favor, protegedme a mí y a todos los seres vivos / De los diferentes sufrimientos, miedos y peligros de la existencia cíclica. / Bendecid, por favor, nuestro cuerpo y nuestra mente. Imaginamos que a través de recibir bendiciones, nuestro cuerpo y mente se disuelven en luz, y que esta luz se disuelve en la vacuidad. En la vacuidad todas las impurezas y manchas de nuestro cuerpo y mente son curadas y purificadas completamente. Permanecemos en esta sensación mientras podamos. Después repetimos la oración y la meditación.
Aunque tengamos una preocupación seria, mientras estamos con otras personas hablando y demás, no nos afecta tanto. Pero cuando de noche nos quedamos solos, si las inquietudes nos asaltan y nos impiden dormir, necesitamos algo a lo que recurrir. Esta pequeña práctica puede ser muy útil y efectiva en estos casos. Es mejor haber recibido, o leído, enseñanzas sobre la vacuidad y, particularmente, saber que la vacuidad no es la nada. El Dharma enseña que la medicina suprema, la panacea universal que cura todas las enfermedades, físicas y mentales, es la meditación en la vacuidad. Esta práctica está compuesta a partir de enseñanzas de los libros Introducción al Budismo y Budismo Moderno, de Geshe Kelsang Gyatso.
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2 comentarios:
Gracies Jaume: Per la teva guia en el cami, pel teu exemple de contància i fé. Per la teva motivació. Per la pau que transmets, per la sintesis clara i el respecte per les ensenyançes.
Gràcies i una forta abraçada
Moltes gràcies per les teves bones paraules. Lo bo sempre ajuda!
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