Si quiero cumplir mi deseo, me he de convertir en un Buddha.
Si viene alguien y me pregunta cuál es mi deseo principal, si no he estudiado Dharma, tendré que empezar a rascarme la cabeza: no sabré cuál es mi deseo principal. Pensaré que cada día tengo muchos y que el principal debe ser el que tengo a cada momento. O, si tengo una vocación, por así decir, pensaré que mi deseo es convertirme en un gran escritor, un gran médico, un potentado, encontrar el amor, ver a mis hijos crecer sanos y que lleguen a ser 'alguien en la vida', etc. etc. -- la lista es interminable. Pero estos deseos no pueden ser mi deseo principal porque, tanto si se cumplen como si no, al final me dejan hueco, vacío.
La sabiduría del Dharma revela cuál es mi deseo principal profundo: liberarme a mí y a los demás de toda clase de sufrimiento, de manera que experimentemos felicidad pura. Así, en un momento, la sabiduría del Dharma le hace a uno más sabio a este respecto que los sabios y expertos en los campos del saber de este mundo, que conocen infinidad de otras cosas, pero quizás no su deseo principal básico. Por descontado, si no se ha estudiado el Dharma de Buddha, este deseo no se puede conocer, simplemente.
23/1/10
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