Antes he meditado en la naturaleza última de este mundo. He visto que si busco las cosas con sabiduría, siguiendo la sabiduría de Buddha, no las puedo encontrar. En vez de encontrarlas, desaparecen. Ahora, sobre la base de aquella meditación, puedo pensar:
Por una parte conozco mi mundo que normalmente veo muy bien, sé si es hermoso o feo, si es un sitio bueno o malo y demás. Pero, por otra parte, nunca examino mi mundo en profundidad, preguntándome: ¿qué es el mundo exactamente?, ¿dónde está?, ¿cuál es su naturaleza real? Si examino mi mundo de esta manera, no lo puedo encontrar. En vez de encontrar el mundo, el resultado de este examen es que el mundo desaparece. Si busco un mundo real, no hay mundo. El mundo sólo existe si no busco un mundo real detrás de su mera apariencia.
Si busco las cosas con sabiduría, siguiendo la sabiduría de Buddha, no las puedo encontrar. No hay personas que vivan ni que mueran. No hay pasado ni futuro, y no hay presente, incluyendo amigos y familia. He de saber que todos los fenómenos son vacíos como el espacio. Lo cual quiere decir que he de saber que todos los fenómenos no son otra cosa que vacuidad.
Estos pensamientos están basados en fragmentos del libro Budismo Moderno. La penúltima frase indica la naturaleza última de las cosas, la vacuidad. La vacuidad no es la nada. La última frase indica la naturaleza convencional de las cosas, las cosas como meras manifestaciones de su vacuidad. Todo junto indica que queda más que estudiar.
10/9/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario