Cuando me aferro a ser una persona ordinaria, pensando 'soy Jaime' o 'soy Juan', en ese momento estoy generando concepción ordinaria. Las concepciones ordinarias son obstrucciones a la liberación. Debido a que me aferro a una identidad ordinaria, si por ejemplo en mi vida no hay romance, me parece que la vida no tiene aliciente o atractivo y desarrollo apatía. Si, en vez de aferrarme a una identidad ordinaria, corto con las concepciones ordinarias por medio de generar el orgullo divino de ser Heruka, si tengo la apariencia de que en mi vida no hay romance, no desarrollo apatía ni ningún estado mental negativo (ver TGAP).
Si me parece que la vida no tiene aliciente o atractivo porque no hay romance, es la falta de las concepciones ordinarias que se aferran a una identidad ordinaria, pensando 'soy Jaime'. Si corto con las concepciones ordinarias generando el orgullo divino de ser la Deidad, Heruka, si tengo la apariencia de que no hay romance, no me parece que la vida no tiene aliciente.
He de cortar con las concepciones ordinarias generando contínuamente el orgullo divino de ser la Deidad, Heruka. Y ya que las concepciones ordinarias dependen de las apariencias ordinarias, he de cortar con las apariencias ordinarias visualizándome contínuamente como la Deidad, Heruka.
Pensar así es transformar las adversidades, ya sean triviales o importantes, en la práctica Tántrica.
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