28/10/12
De dónde salen los enemigos
De acuerdo con el Dharma, la paciencia es el oponente directo del enfado, que es la emoción más destructiva que hay; del enfado salen el odio, la hostilidad, la actitud degradante del hermano contra el hermano, y, al final, la guerra, con todas sus miserias. Pero lo primero que el enfado destruye, antes que nada externo, es la propia paz interior y felicidad: en el momento mismo en que nos enfadamos, cualquier bienestar que hayamos podido conseguir, se pierde inmediatamente. Por tanto, si de ordinario mantenemos una actitud enfadada, hostil, ¡para qué hablar siquiera de felicidad y bienestar! Deberíamos darnos cuenta de esto. El Dharma enseña que el enfado no viene de enemigos externos, sino que es la propia mente enfadada la que crea y hace surgir estos enemigos.
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