El yo es vacío de existencia inherente porque no es ni uno con el cuerpo y la mente, ni diferente del cuerpo y de la mente.
Puesto que todo lo que existe es necesariamente o bien uno, como un árbol, o bien diferente, como una casa y un árbol, y que no hay tercera posibilidad, se sigue que todo lo que no es ni uno ni diferente, necesariamente no existe. No hay tercera posibilidad porque no hay nada que exista que sea a la vez uno y diferente, ni nada que exista que no sea ninguno de los dos. Siguiendo el ejemplo, si algo existe, entonces necesariamente es o bien este árbol o bien diferente de este árbol, y no hay tercera posibilidad: si no es este árbol y existe, entonces es diferente; y si no es diferente y existe, entonces necesariamente es este árbol. ¿Me he mareado? No importa. Otra indicación de la vacuidad del yo:
El yo es vacío de existencia inherente o independiente porque es un fenómeno producido que para su existencia depende de causas y condiciones, como el contínuo previo y el karma.
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