En las oraciones Budistas leemos que los seres vivos son 'infinitos como el espacio'. No obstante hay quienes dicen que se trata únicamente de una figura del lenguaje y que en realidad el número de los seres vivos es finito, y no infinito. Pero si lo miramos bien, no debe ser una figura del lenguaje sino un sentido literal, y el número de los seres vivos debe ser no finito, sino infinito. ¿Por qué? Por esta razón: porque el espacio -mera ausencia de contacto obstructor según las enseñanzas Budistas- es infinito. Los seres vivos son infinitos porque el espacio es infinito. El espacio debe ser infinito porque para encontrar un final al espacio necesitaríamos tener en algún punto un contacto obstructor, como materia física, por todos lados, en todas direcciones - pero incluso entonces esa obstrucción necesitaría más espacio vacío más allá de ella en el que poder estar contenida.
Cuando por alguna razón nos convenga considerar el número de los seres vivos como finito, podemos limitar el espacio infinito a nuestro universo local, que es sólo casi infinito.
29/1/15
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