El Dharma dice que en la existencia ordinaria, el samsara, ninguna situación resulta enteramente satisfactoria. También dice que cuanto más tenemos lo que queremos, más aumenta nuestro descontento e insatisfacción. Esta instrucción contradice directamente mi manera habitual de entender las cosas. No obstante, verificar experimentalmente su corrección y exactitud es mucho más asequible --vía introspección-- que verificar que Luna es efectivamente un cuerpo sólido y no un disco plano, o que verificar experimentalmente la existencia de la China. Una vez efectuadas mis comprobaciones, puedo pensar:
No me ha de extrañar si encuentro que cuanto más tengo lo que quiero, más aumenta mi descontento e insatisfacción. Es porque cuanto más tengo lo que quiero, más aumenta el apego, y cuanto mayor es el apego, más difícil es encontrar satisfacción. Ésta es la sabiduría del Dharma.
No hace falta decir que si no tengo lo que quiero, tampoco tengo satisfacción completa. Así es que:
Ahora es mi momento de practicar contentamiento, una mente que --con una intención virtuosa-- se siente satisfecha con cualesquiera que sean la condiciones externas e internas.
(Repasar entradas relacionadas con 'contentamiento')
27/1/11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario