Así, un yo inherentemente existente que realiza acciones y experimenta resultados, un yo inherentemente existente que renace en el samsara, un yo inherentemente existente que experimenta felicidad y experimenta sufrimiento, no existe. Un yo inherentemente existente que va de acá para allá no existe. Pero a pesar de que no existe, éste es el yo que yo normalmente siempre veo.
Pregunta: ¿Cómo se puede estar viendo siempre algo que no existe? Respuesta: Por ignorancia de la verdad. Esta la respuesta breve; una explicación detallada in extenso de ella se encuentra en los textos de Dharma auténticos, como Ocean of Nectar. Si estudio detentidamente los textos de Dharma sobre sabiduría, conseguiré el conocimiento perfecto de que un yo inherentemente existente no existe, y el conocimiento de por qué, a pesar de no existir, aparece directamente, vívidamente y contínuamente a mis sentidos, día y noche.
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