Lo de ejercitarme en mantener una mente feliz en la adversidad, ¿cómo es exactamente? Es decir, una vez que he entendido los razonamientos de antes y he tomado la decisión de mantener una mente apacible en circunstancias adversas, ¿cómo lo consigo? Empezando por la primera adversidad que venga, que pueda manejar, ejercitándome en tres pasos:
- Tomar la determinación de aceptar con paciencia, con una mente feliz, pensando como antes.
- No oponerme a la sensación desagradable o dolorosa, sino admitirla y permitirla totalmente, con una mente feliz, sin aferrarme a ella.
- Olvidar el problema y concentrarme en la mente feliz.
Ya sé que 'olvidarse del problema' es algo que es más fácil de decir que de hacer. Pero, ¿quién me impide adiestrarme en ello? ¿No dice la sabiduría popular que para cualquier cosa que queramos hacer, hay que intentarlo al menos tres veces? El Dharma dice que sin familiaridad, todo es difícil, y con familiaridad, todo fácil. En enseñanzas orales sobre la meditación de la absorción de la cesación, Geshe Kelsang dice:
El problema es que nunca nos olvidamos.
Si nos olvidamos, no tenemos ningún problema.
2 comentarios:
Jajaja. ¡Y yo que me olvido de casi todo! Casi todo menos de las llaves, la cartera y los enfados, mire usted por donde.
Otra cosa, yo debo ser masoquista porque, de vez en cuando, necesito estar melancólica, tanto como el campo necesita la lluvia. ¿Por qué será? ¿Es eso normal?
Si te olvidas de casi todo, debes ser feliz casi del todo. Y la melancolía, debe ser de la variante artística, que siente nostalgia de un mundo mejor en el que se ha vivido antes, y ahora perdido (no se sabe el camino de vuelta allí). Hay un dibujo o grabado de Gustavo Doré titulado así, Melancolía, que pienso que representa esta actitud o una muy parecida.
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