Aunque todas las cosas, incluídas las Tres Joyas --Buddha, Dharma y Sangha--, aparecen a mi percepción mental como siendo inherentemente, o verdaderamente existentes, en realidad las Tres Joyas y todas las cosas son sin existencia verdadera. Todas las cosas, incluídas las Tres Joyas y el universo entero, son meras apariencias a la mente -- como cosas vistas en un sueño. Como un Buddha visto en un sueño, las Tres Joyas son meras apariencias a la mente que no existen separadamente de la mente; meras proyecciones de la mente que no existen fuera de la mente; meras manifestaciones o aspectos de la mente que dependen totalmente de la mente para su existencia.
Esto es de acuerdo con la sabiduría del Dharma de la verdad última. De acuerdo con la sabiduría del Dharma de la verdad convencional es así: A través de contemplar la naturaleza, función y buenas cualidades de cada una de las Tres Joyas --Buddha, Dharma y Sangha-- , entenderé que sólo las Tres Joyas tienen el poder completo de protegerme a mí y a todos los seres vivos de todo el sufrimiento permanentemente. Entendiendo que las Tres Joyas son las únicas verdaderas fuentes de Refugio, he de generar fe en las Tres Joyas, e ir por Refugio.
El trabajo de un seguidor del Dharma consiste en esforzarse en entender y realizar la verdad última --la vacuidad--, la verdad convencional --mera apariencia--, y la unión de las dos verdades -- con compasión. Cuatro trabajos en total.
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