Según la verdad última, recuerdo y contemplo así: Aunque todas las cosas, incluyendo los renacimientos en los reinos inferiores, aparecen a mi percepción mental como siendo inherentemente, o verdaderamente existentes, en realidad los renacimientos inferiores y todas las cosas son vacías de existencia verdadera. Todas las cosas, incluyendo los reinos inferiores y el universo entero, son meras apariencias a la mente -- como cosas vistas en un sueño. Como un entorno infernal experimentado en una pesadilla, los renacimientos inferiores son meras apariencias a la mente sin existencia separada de la mente; son meras proyecciones de la mente que no existen fuera de la mente; son meras manifestaciones o aspectos de la mente que dependen completamente de la mente para su existencia.
Según la verdad convencional, recuerdo y contemplo así: Morir es muy fácil. Después de morir no hay certeza sobre a dónde iré. Ya que es muy posible que vaya a parar a uno de los reinos inferiores --donde no hay práctica espiritual, donde el sufrimiento es indescriptible, y de donde salir es casi imposible-- es muy apropiado generar miedo de renacer allí.
(Incidentalmente, he de saber: ¿por qué es muy posible, y hasta muy probable, que después de morir vaya a parar a los reinos inferiores? Además, mientras que dos de los tres reinos inferiores son objetos ocultos que no pueden ser percibidos directamente por los humanos, el tercer reino inferior --el reino animal-- no es un objeto oculto sino un objeto manifiesto que todos podemos percibir directamente. Si quiero entender algo del terrible sufrimiento de los animales y del terror que inspira la posibilidad de renacer allí, sólo tengo que volver a ver --desde la perspectiva de esa posibilidad-- los documentales sobre animales en televisión. Además, si digo que yo no creo en la existencia de renacimientos inferiores, entonces, si no hay renacimientos inferiores, ¿de dónde salen las decenas de millones de seres, incluyendo insectos, que nacen como animales a cada hora en este mundo?)
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