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15/1/16

Camino de vuelta a casa


En las enseñanzas de Lamrim se dice que, para quien tiene fe, morir es como irse de vacaciones. Para esa persona ver la muerte acercarse no es motivo de temor. Es al contrario. También podemos decir, si nos gusta más la idea, como a mí, que morir es como volver a casa. Después de tanto deambular y errar sin dirección ni beneficio, ¿quién no quisiera encontrar el camino de vuelta a casa? Si tenemos fe, no tendremos problema. Pero si la fe que tenemos no parece suficiente, como es otra vez mi caso, la podemos mejorar a través de contemplar razones correctas y meditar en ellas repetidamente. Si lo hacemos así y conseguimos una fe firme, no tendremos ningún miedo a morir. Al contrario.

13/2/15

Por qué pensar que podemos morir hoy

El propósito de meditar en la muerte es reemplazar el pensamiento instintivo, basado en la ignorancia, de que hoy no moriremos, por el pensamiento de Dharma, basado en la sabiduría, de que podemos morir hoy. ¿Por qué deberíamos pensar así? En el libro Comprensión de la Mente leemos que un conocedor válido nunca nos llevará a generar estados mentales negativos ni a cometer acciones negativas, sino que nos llevará siempre en la dirección de la pureza y la felicidad. Las percepciones erróneas, en cambio, nos llevan a crear las acciones negativas que son, a su vez, la causa de todo el sufrimiento y las dificultades que experimentamos. La mente que piensa 'hoy no moriré' es un ejemplo de percepción errónea, mientras que la mente que sabe que 'puedo morir hoy' es un ejemplo de conocedor válido.

24/4/14

Mirando un futuro no muy lejano

Podemos morir hoy o podemos no morir hoy, no lo sabemos. Pero el pensamiento 'hoy no moriré' nos engaña porque viene de nuestra ignorancia. Mientras que el pensamiento 'puedo morir hoy' no nos engaña porque viene de nuestra sabiduría. Así se lee en el Nuevo Manual de Meditación. ¿Por qué el primer pensamiento nos engaña? Primero porque es falso, y después porque nos empuja, literalmente, a desperdiciar nuestra vida humana. ¿Por qué el segundo pensamiento no nos engaña? Primero porque se corresponde con la verdad, y después porque nos empuja a considerar seriamente nuestro bienestar en nuestras vidas futuras. Sostener que las vidas futuras no existen y admitir que no sabemos cómo hemos llegado a esta vida actual - es contradictorio.

9/2/12

De meditación analítica 26

Fórmula: He de familiarizar la mente con el conocimiento perfecto de que un yo inherentemente existente no existe; que es lo mismo que decir que este yo que normalmente percibo no existe. Ésta es la verdad última, definitiva. La verdad convencional es que un yo existe únicamente para la mente a la que un yo aparece. Ya que he recibido enseñanzas muy valiosas, necesito meditar.

Sustitúyase el término 'yo' en el texto por el nombre de cualquiera que sea el objeto que a cada hora ocupe más el pensamiento. Por ejemplo, si he estado analizando aspectos de la muerte, sustituyo 'yo' por 'muerte', cambiando los determinantes gramaticales como sea conveniente. ¿Cómo queda?

6/2/12

Cuándo pienso que podré (5)

Recordar la muerte muchas veces cada día ayuda por una parte a practicar el Dharma de manera pura, y por otra a reducir los estados de ansiedad e irritación que vienen de estar interesado exclusivamente en la prosperidad de esta sola y breve vida. El método definitivo para eliminar los engaños, que son las causas de experimentar sufrimiento (y muerte), es la realización de la vacuidad. Mientras tanto, recordar la muerte es un método muy poderoso para subyugar engaños temporalmente. (cf. Camino Gozoso de Buena Fortuna)

3/2/12

Cuándo pienso que podré (4) - Finis Gloriae Mundi

Aquí, entre osamentas, se ven tres cadáveres (ampliar para comprobarlo) en distintos estados de descomposición. Uno de ellos es todavía bastante reciente y representa, al parecer, a la persona misma que encargó pintar el cuadro, Miguel de Mañara, envuelto en su manto de Caballero de la Orden de Calatrava. El título del cuadro es Fin de la Gloria del Mundo y no es difícil pensar que ese caballero lo utilizara para su meditación en la muerte. Pero a su vista, yo también puedo intentar mejorar mi propia meditación reflexionando así: *La única diferencia entre estos cadáveres y yo es una mera cuestión de tiempo. Pronto estaré donde ellos están; y tal como sus cuerpos están tendidos ahí pudriéndose, pronto mi cuerpo estará enterrado y descomponiéndose también*.

Una línea de pensamiento que viene del Camino Gozoso, donde Geshe Kelsang dice que este tipo de meditación, llamada de 'los aspectos de la muerte', es especialmente beneficiosa para quienes encuentran fácil olvidarse de la práctica espiritual, y difícil considerar nada que no sea inmediatamente presente.

30/1/12

Cuándo pienso que podré (3) - In Ictu Oculi

Aquí se ve a la muerte apagando con su mano la llama de la vida, que ha pasado en un abrir y cerrar de ojos (in ictu oculi). Todo lo que se ha valorado durante la vida, como poder, reputación, conocimientos, seguridad material, conquista de naciones o de corazones etc., está desparramado por allí y se revela como totalmente inútil. Para ese momento de gran necesidad, ¿ya he buscado algo que me pueda ayudar? Si no lo he hecho, debería hacerlo ahora.

27/1/12

Cuándo pienso que podré (2)

Entre las dos últimas preguntas anteriores hay una transición un tanto abrupta. El nexo entre ellas es como sigue: Siendo así, si entiendo mi situación y viendo que el Dharma de la salvación es muy extenso y mi vida muy breve, con muchas distracciones y con poco mérito, ¿cómo pensar que podré entrar de manera efectiva, no virtual, en el camino a la liberación? Pero si no entro en el camino a la liberación, lo que queda es volver a caer en renacimientos incontrolados, sin libertad, indefinidamente.

Si éste es el caso, si tengo sabiduría, ¿no debería mirar en todas direcciones buscando ansiosamente qué puede ofrecer Refugio? Y, habiéndoseme enseñado Refugio, ¿no debería ir en busca de Refugio -- ahora?

24/1/12

Cuándo pienso que podré

El Dharma enseña que este mundo es impermanente como las nubes de otoño, y el nacimiento y muerte de los seres como la entrada y salida de los actores de un escenario. Los actores cambian a menudo de roles y vestimentas y aparecen en muchos aspectos diferentes. Similarmente, los seres vivos cambian contínuamente de forma y entran en nuevos mundos. A veces son seres humanos, a veces animales, y a veces entran en el infierno. La duración de la vida de los seres es como la de un relámpago en el cielo, y se extingue rápidamente como el agua que cae desde un alta montaña. Por tanto, pienso:

Este mundo es impermanente como las nubes del otoño. Yo, igual que los otros seres vivos, cambio de forma contínuamente y entro en nuevos mundos. A veces soy un ser humano, a veces un animal, y a veces entro en el infierno. La duración de la vida es como la de un relámpago en la noche, y se extingue rápidamente como el agua que cae desde un alta montaña.

Siendo así, ¿cuándo pienso que podré practicar el Dharma de la salvación, o liberación? ¿Dónde está mi Refugio?